9 de septiembre de 2010

Dondequiera que estés... te gustará saber

Hola a todos,
No soy amante de divulgar mi intimidad, pero dado a que el blog es un trocito más de mí, deseo contaros algo: la noche del domingo al lunes perdí a una de las piezas fundamentales del puzzle de mi vida, una pieza trabajadora, responsable, digna, buena, íntegra, sincera, legal, libre, capaz, generosa, cariñosa..................... y como mi puzzle es muy original, sus piezas tienen nombre, y esta pieza se llama PAPÁ.
No puedo describiros cómo me siento, pues la tristeza y el vacío no se describen: se sienten, así que, para poder soportarla, hago esta entrada dando las gracias:
Papá, te doy las gracias por exisitir y elegir a la mejor madre del mundo, porque gracias a éso, comenzó nuestro puzzle.
Papá, te doy las gracias por ser como eres y por hacerme sentir tan orgullosa de ser tu hija.
Papá, te doy las gracias quererme siempre, y hacerme como soy y lo que soy, por querernos tantísimo y luchar tanto por nosotras.
Por ésto y por muchas cosas más que sería incapaz de plasmar ahora mismo, te doy las gracias con una canción de nuestro adorado Serrat y que me susurraste al oído a las pocas horas de irte:
Dondequiera que estés,
te gustará saber
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan y que jamás,
por más cansado que estuviese abandoné
tu recuerdo a la orilla del camino
y por fría que fuera mi noche triste,
no eché al fuego ni uno solo de los besos que me diste.
Por ti,
por ti brilló mi sol un día
y cuando pienso en ti brilla de nuevo
sin que lo empañe la melancolía
de los fugaces amores eternos.
Dondequiera que estés
te gustará saber que te pude olvidar y no he querido,
y por fría que sea mi noche triste
no echo al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.
Dondequiera que estés... si te acuerdas de mí.
Me pasaré la vida queriéndote y tratando de hacerte sentir al menos la mitad de orgullo que dejas en mí.
Besos.